miércoles, 6 de julio de 2011

Día 2

Desayuné un mate cocido con poca leche y dos cucharaditas de té de azúcar. Estoy tratando de acostumbrarme al edulcorante, pero es un asco. No iba a comer nada, pero mi vieja (lamentablemente aún vivo con ellos) me tostó una rebanadita de pan. Lo tuve que comer. Mientras yo comía, ella me tostó un segundo pan, una especie de pebete. Me quería matar. Se sentó al lado mío y esperó a que me lo comiera, así que empecé a picar de a pedacitos minúsculos hasta que por suerte tuvo que ir al baño y aproveché para esconder el pan tostado en una ziploc que quedó abandonada en el cajón de las galletitas  (sí, en mi casa tenemos cajón de las galletitas. Somos todos de comer mucho y así estamos).

Al mediodía cociné yo para mi hermano. Ravioles del día anterior, no había otra cosa. Nuevamente me quise matar, pero la solucioné rápido; le serví un plato gigante a él y yo conté 7 ravioles en un platito. Él hizo un comentario de que me iba a cagar de hambre y siguió con lo suyo.

A la tarde se fueron todos, quedé sola. No merendé. El hambre me jode un poco, pero una de las frases de ese polémico blog me cambió la perspectiva de las cosas: “Aprendé a disfrutar de la sensación de hambre, significa que estás adelgazando”. Dudo que sea literalmente así, pero pensarlo de esa manera hasta ahora evitó que me arrojara en uno de esos atracones de ansiedad que nunca pude reprimir.

Ahora me voy a hervir un huevo. Debería tirar la yema, pero me da pena. En este preciso momento lamento tener gatos en vez de un perro, el perro hubiera servido como escondite natural para todas las sobras. Podría haberme traído platos normales a la pieza para darle la mayoría al pichicho. En fin. Después al toque a la cama. Es la manera más fácil de no sentir el hambre.

Calorías: 495
Vasos de agua: 7 

Comentario:
Me siento un poco mareada, aunque no creo que sea por el hambre. Seguramente es más lo que yo me hago la cabeza al estar conciente de que estoy comiendo poco. Hace 3 hs que estoy masticando un chicle.  Lavarme los dientes cuando tengo hambre ayuda a calmar la ansiedad. Mañana trabajo y tengo facu, así que va a ser más fácil comer poco. Veremos.

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